El ser humano es un ser colectivo. Pasamos en promedio ocho de 24 horas al día en el trabajo. Si se resta el tiempo para dormir y el tiempo de desplazamiento de ida y vuelta al trabajo, queda claro que nuestra "verdadera" familia a menudo no está en casa, sino en el lugar de trabajo 😊. Por lo tanto, las buenas relaciones con los compañeros son esenciales.
Mirando los hechos: Nuestros amigos suelen ser personas de la época de estudios o compañeros de trabajo. Son personas que conocemos muy bien. Sabemos cómo se comportan en diferentes situaciones, su comportamiento es predecible y no tenemos miedo de acercarlos más a nosotros y integrarlos en nuestra vida.
Pero, ¿qué significa realmente cultivar amistades con colegas? ¿Existen más ventajas o los inconvenientes predominan? En esta discusión quiero iluminar ambos lados y descubrir si las amistades en el lugar de trabajo realmente son beneficiosas o si pueden causar más problemas. Es importante encontrar el equilibrio correcto y comprender cómo se pueden vincular las relaciones profesionales y personales sin que la profesionalidad se vea afectada.
Los beneficios de la amistad con colegas de trabajo
Muchos dirán ahora que no hay inconvenientes en tener un amigo en el trabajo. Un ambiente saludable y amistoso en el lugar de trabajo es maravilloso. En un equipo caracterizado por el apoyo mutuo y las relaciones amistosas, trabajar es mucho más agradable que en una oficina conflictiva. Las amistades en el trabajo ofrecen varias ventajas innegables:
- No se va al trabajo como a un campo de concentración, sino a un círculo de amigos, lo que hace que el trabajo esté lleno de alegría y emociones positivas.
- Los malentendidos en cuestiones laborales son raros, lo que conduce a una mayor productividad.
- En momentos difíciles, se recibe apoyo y ayuda, los colegas comparten tus problemas y te dan consejos sobre cómo actuar en situaciones críticas.
- Todas las celebraciones y fiestas laborales transcurren en un ambiente agradable. Siempre es divertido e interesante estar en un grupo de afines.
La otra cara de la moneda
Todo podría ser perfecto, si no fuera por un pequeño "pero". Por muy tópico que suene, entre el amor (o en nuestro caso la amistad) y el odio a menudo hay una delgada línea. Los mejores amigos de ayer pueden convertirse en enemigos acérrimos de un día para otro. En tales casos, las decepciones, las disputas e incluso los conflictos abiertos son inevitables. Cuando la cohesión del equipo se resquebraja, el trabajo se vuelve insoportable.
Otros colegas inevitablemente se verán involucrados en el conflicto y tendrán que tomar partido o distanciarse. Esta dinámica afecta negativamente la productividad de todo el equipo. Y si el desempeño laboral disminuye, esto seguramente no le gustará al jefe.
Otro punto importante es discutir asuntos personales con colegas. Si les confías secretos íntimos que no deseas hacer públicos, esto conlleva un riesgo. Si la amistad termina, estos secretos podrían hacerse públicos y de repente te encontrarás como un marginado en el equipo.
Estos riesgos no deben pasarse por alto al considerar cultivar amistades en el lugar de trabajo. Intenta encontrar el equilibrio entre la cercanía y la profesionalidad para no poner en peligro el clima laboral.
Conclusión
Cuando el trabajo es gratificante, especialmente gracias al contacto con los colegas, nos sentimos un poco más felices. Es agradable estar en un círculo de personas conocidas en las que se puede confiar. Por lo tanto, si surge la oportunidad de hacer amistad con colegas, no se debe desaprovechar.
No obstante, siempre debes recordar qué temas son apropiados en el trabajo. Si no estás seguro de si puedes confiar completamente en una persona, mantén cierta distancia en la conversación. No seas un libro abierto para todos, para que no te conviertas más tarde en víctima de tu propia locuacidad.
Intenta encontrar el equilibrio entre la cercanía y la profesionalidad para preservar tanto un ambiente laboral armonioso como tu propia integridad.